martes, 14 de junio de 2016

Luis Motta sobre Descalza

Es probable que quienes hayan asistido al concierto de Descalza éste jueves en el CCC, junto a Ale Corvalán, tengan la misma sospecha con la que Demian Naón, (guitarra y voz), Sebastián Briganti (percusión) y Paula Sonatore (cello) se deben haber bajado del escenario: esa noche el trió empezó a encontrar y disfrutar el camino a la esencia de su identidad. Y es que cuando el arte conecta de esa manera, aparece esa mágica y secreta certeza de las sensaciones compartidas. Las canciones fueron un viaje a pies desnudos, sintiendo en cada paso una íntima aproximación a la belleza de lo simple y la crudeza de lo real. Pintando texturas de horizonte y profundidad, nos contaron al oído historias con vida, de esas que sólo pueden venir de las vidas con historias. El genio inasible de Ale Corvalán sumó altas dosis de frescura y complicidad al juego de honestidad que rompió las estructuras para el disfrute en ambos lados del escenario. En las vías de sentir ese camino el trio encuentra su comunión e interpela al público, apostando a que esa sensación con la que terminó el concierto sea el fluir con el que siga creciendo la luz de este proyecto.
Luis Motta

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